Ciclos

La finalización del año supone el fin de un ciclo, de un período. Y toda nuestra vida, aún la del universo, por lo que sabemos, también tiene sus ciclos: nacer y morir, el día y la noche, las estaciones, los ciclos biológicos, ciclos de comedias, los ritmos circadianos (orden temporal interno que tenemos los seres humanos), los ciclos vitales, los ciclos económicos, los ciclos biogeoquímicos, los ciclos lunares, ciclo musical, ciclos en programación, etc. etc .etc.
Algo que empieza y que termina, muchas veces, en el mejor de los casos, para dar lugar a algo nuevo. Y cuando se termina un año, así lo deseamos. “Que tengas un buen año”, “Feliz año nuevo”… y me pregunto: y el “año viejo” fue bueno? el año que termina su ciclo, fue “feliz”?
Para responder a estas preguntas, pienso si asumí decisiones, si llevé adelante acciones, si me hice cargo y responsable de conductas que orientaran mi vida y mi sentido en ella hacia lo que quiero y deseo en ésta, mi existencia. Y también, si me doy cuenta de lo que no hice en ese sentido, para aprender.
El próximo año, por sí sólo, no vasta para que sea “bueno” y “feliz”. El próximo año me necesita a mí, como protagonista principal de mi historia, haciendo, pensando y sintiendo con consistencia interna y sensatez.
El próximo año, el próximo ciclo que tendremos la oportunidad de transitar, nos puede encontrar como meros espectadores de nuestra vida, acomodados en sendos sillones viendo cómo los demás o “lo” otro decide por mí. O nos puede encontrar escribiendo nuestro guión de vida, ensayando, actuando, arriba del escenario, siendo protagonistas de la obra, hasta que nuevamente, baje el telón y se termine otro ciclo.
Entonces, hagamos un buen año!!!

Círculo de preocupación- Círculo de influencia

Stephen Covey habla del “circulo de preocupación” y del “círculo de influencia”. Creo que una de las cosas que más escucho, en el consultorio y en la vida, es la queja, la preocupación, el esperar que las cosas sucedan, el “saber” que la culpa o responsabilidad es del otro y que yo nada tengo que ver o hacer, el dejar en manos de alguien, una pareja, Dios, el terapeuta, el gerenciamiento y la administración mi vida.

Covey propone pensar en qué “invertimos” nuestro tiempo y energía. Muchas son las áreas que nos preocupan: la educación de los hijos, el aumento del súper, la enfermedad de algún ser querido, la falta de respeto por la ley y por las normas, la pobreza, el calentamiento global, la inseguridad, etc.: círculo de preocupación.
Cuando miramos estas cuestiones, nos damos cuenta que sobre algunas de estas cosas no tenemos ni remotamente ningún grado de control real y con respecto a otras, algo podemos hacer. Sobre éstas, sobre las que algo podemos hacer, podríamos inventar otro círculo que se llame: círculo de influencia, más pequeño.

Sobre cuál de estos dos círculos depositamos la mayor parte de nuestra energía y de nuestro tiempo?
Hay personas proactivas, que centran su energía, sus habilidades y su voluntad en aquellas cosas sobre las que algo se puede hacer. El término “proactividad” es muy utilizado hoy en día por las consultoras, por la gente de RRHH, etc. pero no está en el diccionario y va más allá de tomar iniciativas. Significa ser responsable de nuestros propios actos, de la vida, de las decisiones y de las consecuencias de las acciones que tomamos. “Tenemos la iniciativa y la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan” dice Covey. Claro, que es más fácil y más cómodo que esto quede en manos de otro. Las personas reactivas centran sus esfuerzos en el círculo de preocupación. El foco está puesto en los errores de los demás, en lo que no hicieron bien, en lo que ya pasó, en circunstancias sobre las que no hay ningún grado de control. Esto genera sentimientos de culpa, acusaciones, resentimientos y un alto grado de impotencia. La energía negativa que emerge termina por alejarnos de aquellas cosas en las que sí podemos trabajar y hacer algo, termina haciendo que el círculo de influencia se achique.

Cuando nos centramos en el círculo de preocupación, otorgamos a las cosas que están en su interior el poder de controlarnos. De sentimientos reactivos obtengo más de lo mismo: malestar, más preocupación, menos cambio y nada de modificación. Cuando nos centramos en aquellas cosas en las que podemos influir, sobre las cuales podemos hacer algo, la energía positiva se amplía y el círculo de influencia se agranda.


Muchas veces, casi siempre, me atrevería a decir, el material precioso sobre el que tenemos influencia y podemos trabajar somos nosotros mismos. Así salimos de la comodidad, del anonimato, de la “anestesia” del “qué se le va a hacer”, del “para qué hacer algo si nada va a cambiar”, del “me criaron así”, del “lo que yo pudiera hacer es tan pequeño al lado del problema que hay”, etc. etc. etc.
Tanto en lo personal, como en lo comunitario, creo, todos podemos actuar responsablemente en nuestro círculo de influencia y ampliarlo provocando cambios.

Gracias-Gracias

"FELIZ DIAAAAAAAA
Quiero saludarte en este día porque es el día del maestro y aunque no tengas ese título fuiste y seguis siendo una guia y una ayuda para mí. Como lo que hace el maestro, ayudar a crecer a la persona q pone voluntad para hacerlo!!!
Mil Gracias"

Recibí este mail hoy, 11 de Septiembre. Siento la emoción y la alegría de confirmar, una vez más, que si puedo acompañar a alquien a preguntarse, a cuestionar creencias y rigideces, a "parar" a pensar, mi trabajo estará hecho. Y si yo puedo hacerlo, es porque tuve y tengo "maestros": no se puede dar lo que no se tiene!!!
Gracias a Uds, como le respondí, por permitirme hacerlo, porque lo que se da en el espacio terapéutico, lo aprendido y descubierto, lo vivenciado y sentido, es el resultado de un trabajo de dos, "siempre es de a dos". Gracias-Gracias, entonces!!!

La lucha por el poder y el amor

Carl Jung dijo: "Donde hay amor no hay poder, donde hay poder no hay amor".
Tal vez sea más fácil identificar esta idea en espacios políticos, y creo que lo que nos está pasando como país, con nuestros gobernantes, es una vasta muestra de ello.
Pero me preguntaba cómo pensar esta dicotomía en una relación de pareja, en un vínculo "afectivo". Pareciera que, en entornos de relaciones más cercanas, el "amor" es un hecho dado, "obvio", inherente a la relación. Pero acá Jung dice, que donde hay poder no hay amor... categórico no?.
Podríamos pensar entonces, qué es lo que hay cuando hay poder... inseguridad, temor a ser sometido, a ser "devorado", a dejar de ser quién soy???. Y me parece que está claro que en este escenario, el amor no tiene lugar.
Y cómo hacer, entonces, para despejar esta "lucha" por la supervivencia, por el dominio del más fuerte? Estamos impregnados en nuestra cultura de un fuerte "dualismo": blanco-negro, bueno-malo, oficialismo-oposición, amor-odio, el bien-el mal, mente-cuerpo, etc... así aprehendemos la realidad, así crecemos, así conocemos. Esto nos conduce directamente a un juego de poder... nada más empobrecedor, a mí criterio.
Entonces si pienso en un vínculo, en una relación, donde la prioridad sea la integración, la cooperación en este camino juntos, en la complementación, en la siembra y en la co-construcción de espacios y acuerdos que contemplen "nuestras" necesidades, no habrá lugar para un campo de batalla, no habra temor a ser avasallado por el otro ni una dedicación en tiempo y energía para que seas quien creo que deberías ser.
En un espacio de respeto por mi mismo y por el otro, el amor puede crecer, dar fruto y expandirse, porque creo, que no nos encontramos con un otro para "batallar" sino para amar y ser amados.

Apostillas de Mark Twain

· "De todas las cosas que he perdido la que más extraño es mi cordura."

· "A veces demasiada bebida apenas es suficiente."

· "Cada vez que se encuentre usted del lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar."

· "Cumplamos la tarea de vivir de tal modo que cuando muramos, incluso el de la funeraria lo sienta."

· "Di siempre la verdad, así no tendrás que recordar lo que has dicho."

· "El hombre es el único animal que come sin tener hambre, bebe sin tener sed y habla sin tener nada que decir"

· "El hombre es la criatura que Dios hizo al final de una semana de trabajo, cuando ya estaba cansado."

· "Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar la duda."

· "En mi vida he pasado a través de cosas terribles, algunas de las cuales fueron ciertas”

· "Es la prohibición lo que hace que cualquier cosa sea preciosa."

· "Hay tres clases de mentiras: las mentiras, las malditas mentiras y las estadísticas."

· "Honestidad: la mejor de todas las artes perdidas."

· "La palabra precisa tal vez sea efectiva, pero ninguna palabra jamás ha sido tan efectiva como un silencio preciso."

· "La raza humana tiene un arma verdaderamente eficaz: la risa".

· "La verdad es lo más valioso que tenemos, economicémosla."

· "Mi madre tuvo muchos problemas al criarme... pero creo que lo disfrutó."

· "Nadie se desembaraza de un hábito o de un vicio tirándolo de una vez por la ventana; hay que sacarlo por la escalera, peldaño a peldaño."

· "No andes por ahí diciendo que el mundo te debe trabajo. No te debe nada, estuvo aquí primero."

· "Nunca permití que la escuela interfiriera en mi educación"

· "Recogéis a un perro que anda muerto de hambre, lo engordas y no os morderá. Esa es la diferencia más notable entre un perro y un hombre."

· "Si la única herramienta que tiene es un martillo, pensará que cada problema que surge es un clavo."

· "Todo hombre es como la Luna: tiene una cara oscura que a nadie enseña."

· "Un hombre con una idea nueva es un loco hasta que se comprueba que la idea era excelente"

· "Y así va el mundo. Hay veces en que deseo sinceramente que Noé y su comitiva hubiesen perdido el barco."

· "Yo creo que nuestro padre celestial inventó al hombre porque se desilusionó con el mono..."

La libertad interior

"... al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas - la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino - para decidir su propio camino."

Viktor Frankl

Mente o materia

Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado.
La mente lo es todo. Nos convertimos en aquello que pensamos.

Buda

Un problema en el amor

Creer que existe alguien que a uno lo va a sacar de sí mismo, al punto de transformarse en un esclarecedor del mundo y un ordenador de todos los conflictos, es una ilusión. Al enamorarse uno puede creerla, fomentarla, disfrutarla, pero lo cierto es que hay muchas cosas que uno tiene que hacer por sí mismo, solo. Las cuestiones personales de fondo son temas de cada uno. El otro puede ser una presencia determinante, pero siempre y cuando uno sea el que está avanzando en un camino de desarrollo personal.El amor, entonces, estar con el otro y estar bien, se alimenta necesariamente con batallas individuales, con batallas que cada uno tiene que dar por sí mismo. Y si uno no las da, el amor decae, porque decae todo en uno. Pero el problema no es "de la relación", se evidencia en él, siendo en realidad propio.La batalla propia es la del sentido personal: qué quiere uno de la vida, cómo se lo va a procurar, si está siendo activo en ese camino o no. Las parejas que funcionan requieren que cada uno sea activo y resolutivo en ese rumbo. Es un requisito personal para el amor.

Extraído del blog www.volando.net de Alejandro Rozitchner

Emilio Calatayud Pérez - Lección Magistral

Emilio Calatayud Pérez - Lección Magistral (1)

http://www.youtube.com/watch?v=K2GTauJT5Vg


Emilio Calatayud Pérez - Lección Magistral (2)

http://www.youtube.com/watch?v=91gDdSSX_jk&feature=related

Paradigmas

“Un grupo de científicos encerró a cinco monos en una jaula, en cuyo centro colocaron una escalera y sobre de ella un manojo de plátanos bien sujeto en lo más alto de la jaula.
Cuando uno de los monos trepaba por la escalera para alcanzar la fruta, los científicos lanzaban un chorro de agua bien fría sobre los monos que se quedaban en el suelo.
Pasado algún tiempo, los monos aprendieron la relación entre la escalera y el agua, de modo que cuando un mono iba a trepar por la escalera, los otros lo castigaban a golpes.
Después de haberse repetido varias veces la experiencia, ningún mono intentaba la hazaña de la escalera, a pesar de la tentación de los plátanos.
Entonces, los científicos sustituyeron a uno de los monos por otro nuevo y lo primero que intentó hacer el mono novato al ver los plátanos fue trepar por la escalera.
El resto de los monos, rápidamente lo bajaron y golpearon antes de que saliera el agua fría sobre de ellos –y después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo nunca más intento trepar por la escalera.
Un segundo mono fue sustituido y ocurrió el mismo evento; es decir, vio la fruta, intentó trepar y fue castigado por sus compañeros, y el primer mono sustituido participó con especial entusiasmo en la paliza del nuevo mono.
Un tercer mono fue cambiado, repitiéndose el evento; un cuarto, y así sucesivamente todos los monos originales fueron sustituidos…
Los científicos se quedaron al final con un grupo de monos que, a pesar de no haber recibido nunca una ducha de agua fría, continuaban golpeando a aquél que intentaba llegar hasta los plátanos.”

Qué decimos cuando decimos...

Entre lo que pienso,
lo que quiero decir,
lo que creo decir,
lo que digo,
lo que vos querés escuchar,
lo que creés entender,
lo que querés entender,
lo que entendés,
lo que me respondés,
hay 9 posibilidades al menos de no entenderse…
pero por favor...
sigámoslo intentando.

Oración Guestáltica

Yo soy yo
y vos sos vos.
Yo no estoy en este mundo
para satisfacer todas tus expectativas,
y sé,

que vos no estás en este mundo
para satisfacer todas las mías.
Porque yo soy yo
y vos sos vos.
Y cuando vos y yo nos encontramos, es hermoso.
Y cuando encontrándonos, no nos encontramos,
no hay nada que hacer.

Fritz Perls